El hombre no tiene cable video en su casa, pero salió y logró entrometerse en la programación de uno de sus amigos. Haciendo zapping la vio, esa publicidad lo impactó.
Ahí estaba una pequeña cajita de leche Ades que se lamentaba porque el consumidor, “Carlitos” no la elegía para tomarla, es ahí donde la madre le explicó todos los valores nutricionales y las ventajas que ella tenía sobre la otra. Su angustia pasó y al cabo de un rato Carlitos la escogió de la góndola y la llevó a su casa para consumirla, lo que es crónica de un final anunciado.
–Pobre cajita, no quiere llegar a su fecha de caducidad, quiere que la consuman, quiere ser fiel a su finalidad –pensó el hombre.
Desde un punto de vista metafísico, la finalidad de la cajita Ades es ser consumida, así ella se acercaría lo más posible a su ser, porque cumpliría de la mejor manera su ser ente, sin embargo lo loco es que deseara cumplir con su trágico destino.
–Yo si fuera cajita preferiría vencerme en la puta góndola, no desearía cumplir mi tragico destino, como los cristianos que viven sufriendo para salvarse –reflexionó-. Además, como se preguntó Rizzo, qué clase se mounstro comería a un ser tan tierno y animado como la simpática cajita Ades.
Es así que el resultado de la feliz publicidiad con final trágicamente predecible donde se produjo una antropomorfización de un ser inanimado, de una caja insípida, generó un resultado negativo en este sujeto que aseguró que no compraría más Ades porque no quería que un ser tan feliz termine en su estomago.
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Fijate si te va bien con la cajita de leche Cindor.
ResponderEliminarY además no me gusta el Ades. Pero, ahora que lo pienso, se me ocurrió algo más interesante. ¿"Carlitos" no es también ese mítico vecino que tiene Glade Toque (desodorante ambiental) en el baño de su casa?
ResponderEliminarLa pregunta importante es ¿Quién es ese tal Carlitos? La verdad es que se trata de un nombre bastante sugestivo, con reminiscencias de añoradas (y definitivamente pretéritas) primaveras consumistas.
Se me está ocurriendo una publicidad nueva:
¿Quién se tomó todo el Ades? Carlitos lo hizo... (etc)
Un abrazo.
@Griz:
ResponderEliminartenés razón. Pero la leche Cindor no era "tierna". De hecho, creo que el subtexto de esa publicidad era que la Cindor "pega" mucho más que el resto de las chocolatadas. También es algo inquietante el mensaje, pero el marketing es así... jejeje
oh mejor puede ser "quieeeen eh eh se ha tomado todo el ades oh oh oh oh.." de carlitos la mona Gimenez...
ResponderEliminarSecuelas.
ResponderEliminarBuen post para bajar desde las alturas académicas, a donde te fuiste con la encumbrada ponencia acerca del esse y el da-sein, está bueno preguntarse entonces (con posterioridad a tamaña reflexión que vira sin reposo desde el esencialismo hasta el existencialismo), preguntarse por el funesto destino (final) de una cajita de leche.
Y entre tanta publicidad, reflexiono brevemente. ¿Y si desprevenido, me sucediera lo que al pibe de la publicidad de sprite? – la del gatito, que bajón. Reminiscencias.
Así es la cosa, preguntarse sin reposo ni prejuicios. Saludos.
Sobre el destino de una cajita de Ades poco puedo decir porque somos de naturaleza diferente. No existe conectividad afectiva conmigo.
ResponderEliminarSí, puedo opinar de los Adev (alimentos de vino) conozco varietales (a granel, mejor, a toneles). Sé de sus características ontológicas, o más bien meta-físicas (te lleva más allá...)
Algo que me ha llamado la atención es la cantidad de filósofos que han consumido y opinado sobre esta bebida embriagante. Incluso Kant (dicen que es lo más interesante que escribió, pero no creo, es una opinión malintencionada de algún hereje de la modernidad, y ser hereje de la modernidad es irracional, No??)
JLS
No es caer en la dicotomía racional (ἐπιστήμη)-irracional (δόξα), porque es entramparnos en el binarismo. La propuesta es reivindicar la significación griega de herejia (haíresis); dejarnos caer en los “enriedos” del relativismo cultural, alejándonos del estrechamiento generado por la ratio-reflexiva. No sólo tenemos que desencializar la política, -ahora meto fruta- sino que el desafío también sería logar romper con la dicotomía en la construcción de pensamiento ontológico-ontico. ¿Ante las inercias binarias habría que arrojar premisas que no fuguen como la ataraxia (αταραξία) hedonista moderna donde la felicidad es homologada a instancias de sensualidad y consumo saludable, sino que tiendan a una verdadera felicidad, porque ese sería el fin en sí mismo de la política, el conocimiento, los vínculos y practicas???
ResponderEliminarah! pienso que a todos los que opinamos aca nos gusta más el Adev que la caja Ades. -Sobre Kant no hay respuesta, ya hay muchos apologistas de la moral burguesa.
ResponderEliminarAh!!, pero en qué consiste la verdadera felicidad??
ResponderEliminarEs cierto, todo binarismo es dialéctica de conceptos totales, suscribo lo que decís.
La seguimos, en mi próximo post de mi blog meto fruta sádica...
Saludos.
JLS.
Sobre todo lo demás no me meto. Pero el catálogo de borrachos de la Antropología de Kant es desopilante. Está el melancólico, el hinchapelotas, el peleador, etc. Claro que en alemán suena más "académico", jejeje.
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